Formación de formadores

Las 5 cosas que puede hacer un formador en tu equipo de trabajo

Algunos podrían pensar que los conocimientos sobre pedagogía y didáctica están reservados al espacio escolar, pero nada está más lejos de la realidad actual. Es por eso que quiero invitarte a pensar cómo puede enriquecerse tu equipo de trabajo con la participación de un formador, de un profesional con conocimientos de pedagogía y didáctica que pueda ayudarte a desarrollar el talento de tu organización. El resumen lo dejo en las 5 cosas que puede hacer un formador en tu equipo de trabajo.

Formación de formadores Practicum

Diseñar propuestas de formación en la práctica

Precisamente porque no se trata solo de conseguir escenarios de práctica, es que quiero proponerles que nos tomemos un tiempo para darnos cuenta de que, aunque el estudiante “se vaya” al centro de práctica, es necesario que desde la institución formadora diseñemos esa experiencia de formación que él va a tener. La práctica debe ser una experiencia planificada.
Parece obvio, pero es increíble la cantidad de cosas en la formación que dejamos al azar y que son tan determinantes. Estas son las 5 preguntas básicas que todo formador de la práctica debe hacerse antes de llevar a sus estudiantes a un proceso de práctica.

Formación de formadores Practicum

La práctica académica/prácticum como espacio para la formación

Comúnmente los espacios de práctica son pensados como momentos para que los estudiantes “pongan en práctica” el conocimiento adquirido previamente, lo “apliquen a la realidad”, adquieran “experiencia laboral”, y de manera general se les nombra como espacios para el aprendizaje.
No se trata de ir a la práctica sólo a aprender, se trata de ir con un plan para formarnos en el marco de una experiencia que ha sido pensada desde la institución formadora y la institución receptora o escenario de práctica, en cuyo diseño un formador ha pensado cuidadosamente.

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¿Quién formará a los formadores?

¿Quién forma a los formadores? las instituciones de formación (escuelas, institutos, colegios, universidades, organizaciones ) parecen concordar en que para formar a otros basta la experiencia (sobre todo si se trata de saberes prácticos) o algo de conocimiento (si se trata de conceptos o teorías). Según las diferencias de enfoque tal vez nos pidan más de lo uno o de lo otro. Pero… ¿realmente esto es suficiente?, ¿ser experto o conocedor de un tema es lo que necesitamos para encargarnos de la formación de otros?

Formación de formadores

El primer desafío de ser formador

El primer desafío del formador es consigo mismo.
Lograr identificar en su propia experiencia que procedimientos son los que lleva a cabo para lograr resultados, cuales son los conceptos o teorías que sustentan esas actuaciones y finalmente cuales son los valores personales que sumados a lo anterior lo han posicionado como experto. Identificar todos esos elementos serán el trabajo inicial para luego diseñar una estrategia de formación que permita acompañar a otros en el mismo camino.