Las 5 preguntas básicas que todo formador de la práctica debe hacerse
En un artículo anterior, llamado “La práctica académica/prácticum como espacio para la formación”, señalamos la importancia de ir a la práctica en el marco de una experiencia que se ha pensado desde la institución formadora, y en la cual es clave el rol del formador como la persona que diseña esa experiencia para que el aprendiz se cualifique con ella.
En mi experiencia como formadora, me he encontrado con procesos de práctica que sólo se ocupan del asunto logístico de conseguir una agencia de práctica para los neófitos profesionales. Dan por sentado que al llegar a ese escenario, el estudiante va a aprender y a “poner en práctica” todo lo que ha aprendido en la institución formadora. Son experiencias en las que comúnmente los tutores se quedan en su oficina esperando a que el estudiante en práctica llegue con sus preguntas, sobre un asunto preciso que requiere resolver en su escenario de práctica. Y donde pocas veces, el tutor (que por cierto tiene muchos estudiantes a cargo) realmente puede acompañar al estudiante.
Precisamente porque no se trata solo de conseguir escenarios de práctica, es que quiero proponerles que nos tomemos un tiempo para darnos cuenta de que, aunque el estudiante “se vaya” al centro de práctica, es necesario que desde la institución formadora diseñemos esa experiencia de formación que él va a tener.
La práctica debe ser una experiencia planificada.
Parece obvio, pero es increíble la cantidad de cosas en la formación que dejamos al azar y que son tan determinantes. Estas son las 5 preguntas básicas que todo formador de la práctica debe hacerse antes de llevar a sus estudiantes a un proceso de práctica.
- ¿Cuál es el propósito de formación de esta práctica que voy a proponer en el plan de estudios?
Teniendo claro que en la práctica se aprende, y mucho, debemos empezar por tener claro qué es lo que queremos que los estudiantes aprendan en esa experiencia o nivel de práctica. A veces solo incluimos prácticas por responder a las exigencias externas, pero no como parte de un plan de estudios diseñado e integrado para el logro de los aprendizajes.
2. ¿Dónde realizará la práctica el estudiante?
A esta pregunta solemos prestarle mucha atención las instituciones formadoras. Nos ocupamos de gestionar los sitios a los que los estudiantes irán, pero más que encontrar lugares, necesitamos encontrar aliados en el proceso de formación, instituciones que compartan nuestra visión y estén dispuestos a ofrecer a los estudiantes la experiencia que se necesita para lograrlo.
3. ¿Qué actividades o experiencias deberán vivir los estudiantes en su periodo de prácticas?
El proceso de planificación requiere que conjuntamente, la institución formadora y el centro de práctica, pactemos qué actividades o experiencias según el nivel de formación y el propósito esperado queremos que vivan los estudiantes. Lamentablemente suele ser uno de los puntos más descuidados, pues con frecuencia se deja abierto a la contingencia y al día a día.
4. ¿Cómo se hará el acompañamiento durante la práctica?
Así es, acompañamiento. No podemos partir de la premisa de que ya dimos todo al estudiante (la teoría que necesitaba) y que ahora está listo para salir al mundo por su cuenta. La práctica es un momento de transición y de inserción en el campo de actuación y por lo tanto, se enriquece cuando desde el acompañamiento puede contar con un tutor que le ayuda a conectar las experiencias con lo aprendido en la institución formadora y de esta forma le permite ampliar sus comprensiones.
5. ¿Cómo haremos retroalimentación y evaluación de la experiencia?
Normalmente, la experiencia de práctica tiene una función de acreditadora mediante la cual la institución formadora debe demostrar a la sociedad que el nuevo profesional está en capacidad de hacer tal o cual cosa. No se trata aquí de una calificación sino que se trata de ayudar al estudiante, mediante la retroalimentación, a mejorar sus habilidades y finalmente a través de la evaluación decidir si está listo para la siguiente etapa dentro de su plan de formación.
Tendríamos mucho más qué ampliar sobre cada uno de estos puntos, pero podremos hacerlo en otros artículos.
Y a ti que eres un formador y visitas mi blog, te invito a compartir conmigo ¿qué elementos consideras cuando vas a diseñar un proceso de práctica?
Rosa Bolívar / formadora de formadores
¡Gracias! Esta información no solo es relevante para reflexionar sobre los aspectos de la práctica que debemos planificar, sino sobre todo nos confronta frente a elementos que dejamos al azar.
Especialmente, es un desafío armonizar los objetivos de la formación que trazamos desde la institución formadora de maestros con los espacios y procesos que abre la escuela para la realización de la práctica ¿Cómo lograr esto? ¿Cuáles han sido las estrategias y experiencias para hacer estas alianzas formativas que favorezcan el proceso de los estudiantes en la práctica?
Me gustaLe gusta a 1 persona