
El primer desafío de ser formador
El primer desafío del formador es consigo mismo.
Lograr identificar en su propia experiencia que procedimientos son los que lleva a cabo para lograr resultados, cuales son los conceptos o teorías que sustentan esas actuaciones y finalmente cuales son los valores personales que sumados a lo anterior lo han posicionado como experto. Identificar todos esos elementos serán el trabajo inicial para luego diseñar una estrategia de formación que permita acompañar a otros en el mismo camino.